Atrapados por discursos clásicos de atención en salud mental




En los últimos años nos vimos atrapados por discursos clásicos de atención en salud mental donde se recurre a iniciativas que dedican palabras de aliento a la erradicación de lugares de depósito de personas para resolver problemas subjetivos. Coincidimos en que es necesario erradicar esta forma de abordaje, pero el conjunto de medidas que se toman nos dejan muy lejos de lograrlo. Los depósitos de personas como forma de atención fracasaron y sabemos como erradicarlos con propuestas acordes y dignas. Muchas experiencias exitosas existen. Ahora bien, pensar en las condiciones de salud mental de la población en general, en como enferma la gente y cuáles son las propuestas, es posible que nos encontremos con personas mal atendidas porque no tienen dinero o porque ya no es redituable su atención, generando pasos en la única opción que sigue dando una respuesta parcial a cualquier padecimiento mental, esa respuesta es la medicación, la industria farmacológica ha dado muestras de avances en atención en crisis y en el primer momento de salida de estos episodios.

Hasta ahí va bien, pero lo que desencadena subjetivamente en cualquier persona una crisis deja múltiples secuelas que indican que es necesario revisarlas, como así también la cadenas de hechos que produjeron ese tipo de desenlaces. Con lo cual, los tratamientos son necesarios pensarlos insertos en el desarrollo de la vida cotidiana de las personas. Una obviedad. La mayor parte de las internaciones por crisis se desencadenan entre las 19 y 5 de la mañana, uno podría pensar que es necesario atender en ese momento, obvio. Pero más aún, ¿cuántos dispositivos de atención de personas hay en Santa Fe que funcionen para atender crisis antes que se produzcan en esos horarios? No conozco ninguno en el Estado y tampoco en el país. ¿Por qué no pensar más y mejores dispositivos alternativos a las lógicas manicomiales en momentos donde la soledad se hace insoportable, atender antes de intentar quitarse la vida, antes de que las alucinaciones resulten insorportables¿ Si quieren le ponemos otros nombres, depresión, psicosis descompensadas, brote psicótico, melancolía, etc.
Cuando en Radio en la Mira transmitíamos un par de horas a media mañana y planteamos aumentar el horario, nos preguntaron afirmando "¿de 7 a 13hrs?" Y nosotros dijimos "de 9 a 17hrs", y descubrimos que en los horarios que más llegan locutores es por la tarde y que se piden más tiempo más tarde. Hay personas que dejan de lado cualquier actividad por la mañana porque por las noches les cuesta dormir, porque es donde peor se sienten.
Cuando hablamos de abrir por las noches, nos miran con un dicho a punto de salir de la boca “…están locos”. Estas respuestas generan algunas preguntas : ¿ Algunas ves te dejaste/te dejó una pareja a la cual querías mucho, perdiste a alguien muy querido, te enojaste con alguien mucho y quedaste muy mal? Y las segunda saga de preguntas es: ¿cuándo o en qué momento recordaste más el hecho o la situación? La respuesta en el 80% de los casos es "después de las 21hs y antes de las 5 (el cansancio me durmió)". Es decir, tardé en aprender a olvidarte 19 días y 500 noches, ya
tiene 20 años la metáfora y todavía no nos damos cuenta que se puede pensar de otra forma varias intervenciones en salud mental.
Por si no les queda claro, queremos que Radio en la Mira FM 87.7 esté funcionando en horarios mas acordes a las necesidades, por lo menos desde la mañana hasta media noche inicialmente, porque la noche también existe y viene haciendo estragos. Esperemos que otros dispositivos alternativos también puedan estar.

Cuando fuimos planificando las prioridades para este año pensamos en propiciar los encuentros con personas que intentan que el lugar donde viven sea cada vez mejor, y aclaro que donde viven es donde ponen todo su afecto por mejorarlos, personas que intentan ayudar a otros y están dispuestos a ser ayudados, gente entrañable que prefiere equivocarse y tener aciertos sin esperar que otros se muevan primero, pero sabiendo que necesitan de otros. Fue por eso que dijimos en diciembre del 2018 busquemos esa gente y nos fuimos encontrando durante todo el 2019, con la gente del teatro, con los clubes de liga y nos enteramos que tienen más cosas que el fútbol, que hay gente que hace cosas para mejorar sus vidas y la de otros en centros culturales, en clubes de primera división con los pibes, también que todos podíamos contar lo que leemos y compartir desde la feria del libro de Santa Fe por un par días y varias horas entrevistas, lecturas, etc.
Es decir, entender que la solidaridad con quien intenta hacer mejor estos lugares es posible y que el asilamiento solo reproduce fantasmas que nos dejan solos y con miedos. Que las seguridad puede ser que un patrullero este cuando lo necesitas por alguna urgencia, pero es mucho mas seguro si la gente que encontrás te acompaña, te saluda, te habla, te cuenta una tontería, la seguridad pasa a ser mas amable y compartida. Esto lo podríamos titular como pautas iniciales para volver a definir el contrato social.
Para todo lo antes dicho, fue necesario valernos de algunos detalles donde sabíamos que teníamos que mejorar y que solo hemos alcanzado un pequeño porcentaje de lo que somos capaces, desarrollamos una forma de comunicarnos a través de las redes sociales, con una incipiente revista o blogs, con una app que cada día nos da más alegrías, con instagram, facebook, y otras mas que están por salir. Con reparaciones de los equipos que nos llevaron el 80% del presupuesto de funcionamiento, por lo que las capacitaciones las tuvimos que dejar de lado, con transmisiones internacionales que hicimos desde afuera poniendo plata nosotros. Hemos renegado y mucho pero seguimos como pudimos, mejorando a los tumbos y lo seguiremos haciendo, porque el lazo social que nos une con otros es posible desarrollarlo mas si ponemos toda la calidad de que somos capaces, estamos cansados de políticas para pobres, no nos merecemos eso, por aquí nuestros lazos sociales son de calidad. Esto es redefinir el contrato social, como lo dijo el presidente Alberto Fernández, y como lo dijimos hace unos 7 u 8 años y llevamos ese tiempo trabajando para que el contrato social establezca otras pautas de encuentro.

Por Daniel Carrizo